Junto a Natalia Pelayo en el ND Ateneo (2013) foto: Luis Steinberg |
En
mi visión el Supay es encarnado por una mujer, y no como generalmente es interpretado por un hombre.
La
obra trata de un peregrino que va a la Salamanca, morada del Supay donde va a
pedir un don a cambio de su alma.
Comienza
el duo ya en la Salamanca, con el peregrino iluminado por un senital siendo
seducido por la Supay, que sale de la oscuridad para llevar a cabo el pacto. El
peregrino dudoso, se aleja de ella para irse de la Salamanca , porque no
esta seguro de llevar a cabo el intercambio, pero antes cobra coraje y la
enfrenta.
El
enfrentamiento esta musicalizado por
la partitura de la zamba Criollita Santiageña , autoría de Atahualpa
Yupanqui, en interpretación del músico Nestor Garnica.
La
zamba aqui cobra una fuerza singular para que en los protagonista se perciba
esa mirada de desconfianza ante el otro, midiendo sus fuerzas, bailado con
pañuelos rojos q dan aire de batalla o lucha, terminando la primer parte con el
peregrino a los pies de la Supay, dando por hecho el pacto.
Con
un Huayra Muyoj (Danza) interpretado también por Nestor Garnica comienza la
segunda parte del dúo.
Aqui
el peregrino siente que el Don que fue a buscar a la Salamanca fué concedido,
la seguridad le empieza a recorrer el cuerpo dandole confianza y cree que puede
dominar a la Supay. Pero ella le hace saber que lo tiene en la palma de la mano
en cada movimiento y quiebre que musicalmente se desarrolla en esta danza.
El
dúo llega a su punto más alto, cuando la Supay le da la estocada final
arrancandole el Alma en forma de pañuelo blanco, que le pertenecía.
FIGURINES DE LA OBRA.
Figurines Supay y Peregrino realizados por Rodrigo Colomba |
IMAGENES.
foto: Carlos Villamayor |
foto: Luis Steinberg |
foto: Alicia Sanguinetti |
foto: Alicia Sanguinetti |
foto: Carlos Villamayor |
foto: Carlos Villamayor |
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